Alimento balanceado, el Conafab, Genaro Bernal y Porkfirio; una plática antes de cerrar el año

• Porkfirio se reunió con el mandamás del Conafab, nada más y nada menos que con su director general, el contador Genaro Bernal para analizar el comportamiento de la industria del alimento balanceado de cara al cierre del año y con ello, tratar de pronosticar el comportamiento del 2024.
   

Hay que reconocerlo, México tiene un sector pecuario con muchísimo potencial, no por nada figura en el top 10 de productores cárnicos a nivel mundial, lista en la que también se encuentran gigantes como China, Estados Unidos y la Unión Europea.
 

Pero también hay que aceptar que esto no sería posible sin una de las industrias más importantes: la del alimento balanceado.
 

Es por ello que yo, Porkfirio, como representante de PORCICULTURA.COM, me reuní con Genaro Bernal Cruz, director general del Consejo Nacional de Fabricantes de Alimentos Balanceados y de la Nutrición Animal (Conafab), quien muy contento me dijo que están cerrando 2023 con cifras muy positivas y en sintonía con sus proyecciones.
 

Y es que este año se espera que la producción de estos insumos vitales para la alimentación de mis amigos cerdos, vacas, ganado, pollitos, gallinas, gallos, becerros, cabras, borregos, peces y hasta mascotas en casa, aumente hasta 2.3% respecto a lo que se generó en todo 2022, con lo que ascendería a 41.8 millones de toneladas.
 

México el quinto mayor productor mundial de alimento balanceado
 

Con esto me comentó mi amigo Genaro, se asegura el suministro no solo para las distintas especies sino también consolida a México como el quinto mayor aportador en todo el planeta.
 

¿No te sorprende? ¿Y si te dijera que nos encontramos en este top junto con titanes comerciales como lo son China, Estados Unidos, Brasil e India? La cosa cambia, ¿no?
 

Deficitarios en maíz amarillo y soya
 

Si bien la capacidad de México en este sentido es enorme, la realidad es que para generar alimento balanceado, se requieren granos como el maíz amarillo y la soya, y en este rubro somos deficitarios en más o menos 55%, por lo que debemos importar para asegurar el abasto de materias primas.
 

Genaro Bernal me recordó que a principios de este año, el Gobierno Federal prohibió la importación de maíz Genéticamente Modificado (GMO) a través de un decreto, en el que se indicó que la regulación solo aplicaba al insumo destinado a la elaboración de comida para humanos y no para el pienso, como también se le conoce a lo que consumen los animales.
 

Incertidumbre por el maíz GMO, el Gobierno Federal, un gran obstáculo
 

Sin embargo, este último lineamiento está sujeto a cambio, dependiendo de factores como el aumento en la producción local de granos, lo que plantea un escenario de incertidumbre tanto para las empresas de alimento balanceado como para el sector pecuario.
 

La cosa es que nuestro país tiene una demanda de más o menos 45 millones de toneladas de maíz, de las cuales como 18 mt. se traen de otros países, mayormente desde Estados Unidos, donde la tecnología GMO es ampliamente implementada para lograr cumplir con el suministro, por lo que si se suspendieran las compras al extranjero, nos quedaríamos con un faltante que no hay de dónde sacar.
 

Afortunadamente, desde febrero que se publicó el decreto, a la fecha, la importación de granos no se ha restringido de ninguna manera, lo que permite garantizar las existencias para todo el sector pecuario.
 

El director general del Conafab me dijo que esto último es motivo de celebración, ya que el consumo de proteína animal en México se mantiene en ascenso, y para satisfacerlo es fundamental que este segmento cuente con el abasto continuo de alimento balanceado de alta calidad.
 

Altos precios de insumos, hoy en un periodo de recuperación 
 

Aunque durante el año pasado uno de los principales retos para todos fueron los altos precios de los granos, actualmente estamos atravesando por un periodo de recuperación, pues por un lado, la tendencia en estas cotizaciones ha ido a la baja desde hace algunos meses, y por otro, el dólar se encuentra en niveles estables en comparación con el peso mexicano, facilitando la importación.
 

Otro aspecto positivo es que aun con el reto de la crisis climática a la que se enfrenta todo el mundo, fenómenos como la sequía no se han traducido en escasez de granos, por lo que la industria del alimento balanceado sigue comprando normalmente tanto del extranjero como de los agricultores mexicanos.
 

Se avizora un 2024 positivo 
 

Finalmente, mi amigo Genaro Bernal me dijo que es complicado pronosticar el desarrollo del sector hacia 2024, ya que depende de muchos aspectos impredecibles como lo son las temperaturas, las divisas e incluso eventos como la guerra entre Rusia y Ucrania, sin embargo, opinó que el siguiente año continuará siendo positivo, pues los mueve el compromiso de nutrir a animales y personas.